"como el padre me ha envidado,
así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo"
Domingo de Pentecostés
Después de cincuenta días de
incertidumbre para los discípulos, llegó Pentecostés. Por una parte, Jesús
había resucitado, lo habían visto y escuchado llenos de alegría, y también
habían comido con Él. Por otro lado, aún no habían superado las dudas y los temores:
estaban con las puertas cerradas, con pocas perspectivas,
incapaces de anunciar al que está Vivo