“COMIERON TODOS
Y SE SACIARON”
“Venid
hijos de Adán, a un convite de amor que hoy nos da el Señor de solo vino y pan.
De tan
dulce sabor, de tal gracia y virtud, que sabe, harta y da salud”.
(Canto popular español)
Sigue haciendo calor y las mascarillas de esta “nueva normalidad” francamente no ayudan a sobrellevarlo mejor, pero no creo que eso sea lo que más nos tiene que importar. Lo que debe captar nuestra atención debe ser el color que está adquiriendo esta situación de pandemia que vuelve a empeorar “por los cuatros costados”. Ahora, tristemente puedo constar que, en muchos casos concretos, los buenos propósitos de los primeros días de confinamiento se han olvidado y hemos antepuesto nuestra diversión, nuestro tiempo libre, nuestras vacaciones y nuestros criterios de vida por encima de las personas que nos rodean. Me duele ver que la sociedad sigue siendo tan egoísta como siempre y que volvemos a pensar en nosotros mismos en lugar de pensar en las personas que nos rodean