“no te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”
“Jesús
no pone límites al perdón porque las segundas oportunidades para el crecimiento
personal son ilimitadas en el Reino de Dios”.
(Javier Prat Cambra)
El otro día, mientras escuchaba un programa de radio por la noche hicieron una pregunta que me hizo gracia, no por su contenido, sino por la casualidad de la misma. ¿Qué habría que hacer con los faros que ya, por desgracia, están en desuso? ¡Qué curisoso!, pensé, “con lo que a mí me gusta un faro de mar”. Yo, enseguida, lo tuve claro, con los faros que se han quedado sin uso yo los haría para habilitarlos y poder celebrar en ellos tandas de Ejercicios Espirituales, ante la inmensidad del mar que siempre he pensado que representa la inmensidad de Dios. ¿Os imagináis el silencio, calma y sosiego que tendrían todos aquellos que pudiesen celebrar una tanda de Ejercicios en esas condiciones? Yo prefiero no hacerlo porque, entonces, me entra la envidia y eso no es sano y, además, es pecado. Pero, a lo que no rehúso es a acercarme cada semana a este faro desde el que os saludo y puedo ponerme en contracto con vosotros.