“VENID VOSOTROS, BENDITOS DE MI PADRE”
“Lo
esperaban como rico y habitó entre la pobreza.
Lo
esperaban poderoso y un pesebre fue su hogar.
Lo
esperaban un guerrero y fue paz toda su guerra.
Lo esperaban rey de reyes y servir fue su reinar”.
(J. A. Olivar, Aquí la tierra)
El ruido exterior no puede apoderarse de este tranquilo faro, de la misma manera que no debería hacerlo de nuestra propia tranquilidad. Seguimos avanzando en el tiempo, las semanas se suceden poco a poco. La vida… la vida sigue igual. No se trata de ser más o menos optimista, sino de analizar con calma la realidad de las cosas y darnos cuenta que el nivel de crispación que estamos viviendo nos está abocando cada día más al precipicio de las faltas de respeto, de la falta de sensibilidad y de la falta de amor con los demás.
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